A pesar de las frecuentes visitas de la comisión integrada por la Procuraduría Regional, la Defensoría del Pueblo y la Secretaría de Salud, y pronunciamientos como el del Vicepresidente de la República y el Ministro del Interior, sobre la situación de la Penitenciaría de Valledupar, los internos aseguran que nadie los escucha.
Son frecuentes las llamadas de los reclusos a los medios de comunicación de Valledupar, denunciando malos tratos, violación de sus derechos humanos, desatención médica y vejámenes por parte del personal de la guardia.
Ellos consideran que la única forma de visibilizar sus problemas es a través de los medios de comunicación, porque según afirman adentro del penal quienes en apariencia les prestan atención no le dan solución a sus inquietudes.
“Las atenciones son muy anómalas, son totalmente indiferente los entes de control y vigilancia, tanto Procuraduría como Defensoría, nos atrevemos a decir que las denuncias de ahí no pasan; existe complejidad y por eso nos toca acudir a los medios de comunicación”, dijo uno de los internos de la Penitenciaría.
La única vía
Ingesta de cuchillas, enfrentamiento entre ellos y suicidios e intentos de autoeliminación son para los desesperados reclusos la única salida para encontrarle alivio a sus pesares.
“En la forma en que nos tratan es para que haya más suicidios, no tenemos agua, el muchacho que se mató ayer fue por lo mismo, él exigía atención médica, hacía tres o cuatro días”, dijo uno de los internos.
Un recluso, que pidió omisión de su nombre, insistió que el único mecanismo que encuentran para ser escuchados es usar los medios de comunicación para que en Bogotá y en organizaciones de defensa de los derechos sepan lo que ocurre.
“El compañero que murió hace poco estaba exigiendo que lo llevaran a psicología y que le entregaran la encomienda de sus familiares; a parte, él estaba pendiente de una entrevista virtual con su mamá y no se la habían aprobado, estaba triste por esas negativas”, contó otro interno del patio ocho.
Salud, agua y alimentación
El ‘relicario’ de problemas lo resumen los afectados en tres puntos: falta agua, desatención médica y mala alimentación. Todas estas problemáticas han sido consignadas en las reuniones varias que han realizado los organismos de control en el penal. “Tenemos agua dos veces al día, imagínese usted los olores y la insalubridad que toca soportar; el menú es malo y repetitivo y en los patios se la pasan con heridas grandes, cortadas, que no se ven bien, pero al momento de pedir a la guardia atención les dicen que los quieren ver chorreando sangre y al final entregan las ‘pastillas milagrosas’: ibuprofeno y diclofenaco, sea dolor de cabeza o un cáncer. Ni hablar de los horarios de la visita, reglamentaron cuatro, pero en realidad son dos horas y media, el resto se pierde en forma innecesaria”, contó el recluso.
Dijo además que han enviado cartas, pero saben que éstas no llegan a sus destinos porque son eliminadas en la cárcel y que elevarán la queja a espera que en la Procuraduría de Asuntos Penitenciarios de Bogotá, los oigan.
“Ordenaron investigación”
A través de un comunicado, El Director General del Inpec, Brigadier General Gustavo Adolfo Ricaurte, ordenó abrir una investigación para esclarecer lo sucedido en torno a las dos muertes sucedidas en la Penitenciaría en una semana y comisionó a un grupo de funcionarios para que adelanten las indagaciones preliminares.
Organismos de Control
En reiteradas oportunidades, el Defensor del Pueblo, Agustín Flórez, ha dicho que cada queja que ha recibido la eleva a los organismos competentes. Por su parte, la Procuraduría inició indagación preliminar contra funcionarios por establecer, debido a la presunta desatención del personal de la guardia el día del suicidio de un recluso.
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